domingo, 6 de abril de 2014

Reparación aspirador LERVIA (2ª parte)

Como digo en mi entrada anterior, la reparación que yo propuse para el aspirador LERVIA KH4421 no era correcta.

Aquí voy a explicar la reparación que debe hacerse, si es que la causa del mal funcionamiento es la misma que en mi caso: el aparato funciona a veces y a veces no; si se da al interruptor y arranca, se apaga (y enciende) aleatoriamente; a menudo no funciona en absoluto.

No he hecho fotos, así que lo tengo que explicar con palabras.

CAUSA:

el problema está en el interruptor.

El interruptor tiene en su interior tres terminales: uno central y dos extremos. Una chapita basculante hace que se cierre el circuito entre el terminal del centro y uno u otro de los laterales, pero nunca los dos al mismo tiempo.

Esta chapita tiene dos pivotes, digamos dos salientes, en cada extremo. Son propiamente los contactos.

Cuando se acciona el interruptor, uno de estos contactos toca un terminal y hace que la corriente de las baterías alimente al motor. Cada vez que se enciende y apaga el motor se produce una pequeña chispa entre el contacto y el terminal. Esta chispa no la vemos porque está dentro del interruptor y se debe a que el motor demanda una gran intensidad (desde las baterías) para funcionar.

Esta chispa acaba formando una capa de hollín y óxido sobre el contacto y sobre el terminal. El resultado es una conducción cada vez peor de la corriente.

Además, para mover la chapita, este interruptor usa una bolita, sujeta por un muelle que va dentro de un vástago que, a su vez, hace cuerpo con el pulsador del interruptor. Si la bolita se desencaja de su sitio, el interruptor no consigue hacer su función o los resultados de accionarlo son impredecibles.

SOLUCIÓN:

desmontar el interruptor, limpiar los terminales y los contactos de la chapita y recolocar todo, especialmente la bolita, en su sitio.

Antes de nada, recomiendo sacar el filtro del aspirador y desconectar al menos uno de los terminales de las baterías. Con esto nos evitaremos sustos al manipular el interruptor.
 



Para desmontar el interruptor podemos usar un pequeño destornillador por un lateral y hacer palanca. Hay que introducirlo entre el pulsador y el lateral negro. Sale con bastante facilidad.

OJO: NO HACE FALTA SACAR EL INTERRUPTOR DE LA CARCASA.

En el interior del interruptor podemos ver las partes mencionadas: pulsador, chapita, bolita, muelle y tres terminales. El pulsador tiene un vástago o tubito en cuyo interior va el muelle. En el extremo del muelle iría la bolita. Al desmontarlo, la bolita, si estaba en su sitio, se irá a cualquier otro lugar, así que nos tenemos que imaginar su posición: en el extremo inferior del muelle.

Observando la chapita veremos los dos contactos mencionados, uno en cada extremo. Si nos fijamos bien, veremos que uno de ellos está "manchado" o, más bien, erosionado por las chispas y alta corriente que lo atraviesa cada vez que ponemos en marcha el motor.

Lo mismo ocurre con los terminales del interruptor: sucios.

Procedemos a limpiarlos con algo punzante. Yo he usado la punta de una tijera, tanto en el contacto como en los terminales.

Hay que decir que el contacto que sirve para cargar las baterías no estaba oscuro, porque este contacto no sufre tanto al atravesarlo una intensidad mucho menor.
 Ahora viene lo más difícil: volver a encajar todo en su sitio.

Para empezar, debemos saber que los contactos de la chapita tienen que ir "hacia abajo", según miramos el interruptor desde la abertura superior, porque ellos son los que tocan con los terminales. Y porque la forma de la chapita es la adecuada para que bascule hacia un terminal o hacia el otro. En otra posición no bascularía.

La bolita va en el extremo del muelle: ¡parece misión imposible! Al ir a colocar el pulsador, el muelle se sale y la bolita se desplazará a cualquier sitio menos al punto deseado.

Hay una solución: usar un potente imán que colocaremos en la parte exterior del pulsador. Yo he usado un imán circular plano de neodimio (extraído de un altavoz) de aproximadamente 13 mm de diámetro y 4 mm de espesor. Pero cada uno que se apañe con lo que tenga.
Puede valer algún imán de un juego infantil tipo MAGMAX o GEOMAG.

Este imán nos va a sujetar el muelle dentro del vástago cuando lo inclinemos hacia la abertura, de modo que permanezca en su sitio. Además, al ser potente, parte del magnetismo se transmitirá por el muelle hasta el extremo y conseguiremos que se sujete la bolita.

A la hora de insertar el pulsador hay que tener en cuenta que el número «I» (como opuesto a la posición «0») debe ir en posición contraria al terminal que activa, el del motor. Por si sirve de algo, indico que en mi aspirador la posición «I» es la más alejada del mango.

Ahora, con paciencia, llevaremos el conjunto imán-pulsador-muelle-bolita hasta la abertura y, sin aflojar el imán, colocaremos todo apretando con los dedos hacia en interior. El pulsador tiene unas solapas laterales que encajan en el interruptor e impiden que se salga una vez insertado.

Digo PACIENCIA porque es fácil que no nos salga a la primera. Yo he necesitado varios intentos.

Cuando creamos que lo hemos conseguido, conectar el/los terminal/es que habíamos desconectado de las baterías.

Se sabe que todo está correcto y en su sitio cuando accionamos el pulsador y, notando cierta resistencia que indica que la bolita está en su sitio, oímos el motor funcionando.

Ya podemos volver a montar el filtro y la boquilla principal del aspirador.

Si hemos hecho bien la reparación, el aspirador nos dará muchos meses de buen servicio.


NOTA: si a pesar todas mis explicaciones lo ves muy complicado y crees que sería una pérdida de tiempo (porque no esperas volver a montar el interruptor con estaba), siempre puedes hacer una chapucilla y reemplazarlo por otro. El problema es que no vas a encontrar, casi seguro, otro igual. Pero puedes aprovechar uno que tengas por ahí de DOS CIRCUITOS-DOS POSICIONES o puedes comprarlo en una tienda de electrónica.

Para ello tendrás que adaptar el orificio original del interruptor al perfil del que vayas a instalar, y luego tirar de soldador y estaño.
Se resentirá la estética, pero el aparato puede seguir funcionando muchos años todavía.

¡Suerte!



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